ECUACIÓN 5: CONSUMIDORES + ACTIVISMO DE MARCAS = SOSTENIBILIDAD
Un ciudadano crítico, activo, preparado y consciente es el nuevo protagonista del consumo con un propósito superior.

Recientemente la empresa IKEA lanzó al aire este interrogante ¿Qué pasaría si pudiéramos inspirar y hacer posible que mil millones de personas vivieran una vida mejor dentro de los límites del planeta?
Solucionar este interrogante requiere de la evolución de los ciudadanos en su papel de consumidores. Ya no más sujetos pasivos, influenciables, compradores compulsivos y convencidos, resignados o habituados. La razón es que el entorno (entendido como el sistema dinámico y vital en el que vivimos las personas, lo cual trasciende lo medioambiental o ecológico y permea a todos los campos y niveles), hoy más que nunca, nos muestra como los recursos con los que la producción industrial atiende a la demanda del mercado son insuficientes y no serán viables en menos de 10 años. Por lo tanto, se requiere de un cambio inmediato e inminente en la manera de consumir y producir para superar la meta que en 2030, las Naciones Unidas ponen como deadline para que la humanidad haya cumplido con los 17 objetivos de desarrollo sostenible.
La capacidad de las marcas para “inspirar” es una clara ventaja a la hora de salvar al planeta que todos habitamos. Porque como líderes de opinión naturales, las empresas pueden apelar a su poder de convocatoria, autoridad basada en su propósito superior, a su credibilidad reputacional y a sus propios recursos. También a las asociaciones con otras marcas y con actores multilaterales para empoderar a los ciudadanos e involucrarlos con causas y movimientos que generen bienestar colectivo.
El activismo de marcas es todo lo anterior: convocador, participativo, activo, innovador, generador de cambio y de acción, movilizador de personas y de recursos, propiciador de cambios en las políticas públicas a partir de las vías democráticas, e incluso, es dinamizador de las nuevas formas de ejercer la empleabilidad. En declaraciones al Diario El País, Sue Garrard, exvicepresidenta de Comunicación y Negocios Sostenibles de Unilever, manifestó: “los empleados ya no quieren trabajar en cualquier sitio o de cualquier forma. Quieren encontrar un sentido a su trabajo, apareciendo nuevos modelos donde la diferencia entre el yo y el yo como empleado desaparecen.”
+CTG en su sexta versión, y en concordancia con el llamado de la ONU declaró el 2021 como el “Año de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible”. La Cumbre hace parte de este movimiento y como marca propia quiere suscitar el activismo en sus audiencias. Por tal motivo, y dentro de un planteamiento que presenta seis ecuaciones de valor para lograr la sostenibilidad a partir del consumo y la producción responsables, determinó una línea de contenidos denominada “CONSUMIDORES + ACTIVISMO DE MARCAS= SOSTENIBILIDAD”, en la que se desplegaron las voces de expertos internacionales, líderes de opinión entre las audiencias, presentaciones de datos, casos y conferencias que dejaron en evidencia el verdaderamente infinito poder combinado de la asociación entre las marcas y sus públicos, cuando se juntan por el bien de todos. En este gran evento, se trataron temas como postconsumo, equidad de género e inclusión en ambientes laborales, casos de activismo de marcas y corporaciones, innovación abierta y co-creación.
+CTG en su versión 2021 se presentó de manera online en el marco de GFACCT (Gran Foro Mundial de Artes, Cultura, Creatividad y Tecnología) del 6 al 9 de septiembre. #ElPresenteQueExigeElFuturo.
